Caballeros de la Orden del Dragón

 

 

Bienvenido viajero, has de estar cansado de andar, entra al castillo y cuéntame de tus aventuras, que por ventura han de ser muchas.

Ven, tengo un odre de vino de mis viñedos, ordenaré sacrificar animales, las mujeres danzarán para nosotros y luego calentarán nuestros lechos.

Debes saber que la paz y la justicia están amenazadas por invasores extranjeros que roban a los aldeanos y violan sus mujeres.

Por ello, además de mi amistad quiero ofrecerte que unamos nuestras espadas para luchar por el bien y el honor.

Si lo aceptas formaremos la Orden de Caballería del Dragón.

Me preguntarás por qué el nombre... te contaré:

En la última cruzada, acompañando al bueno de Godofredo de Magnucia, caí en poder de los moros.  En mi fuga me ayudaron unos extraños sujetos de ojos rasgados que me llevaron a su tierra, donde adoran al dragón.

Según supe él significa la esencia de vida, el aliento celestial conocido como “sheng chi”. Es generador de calor, fuente de luz, propulsor de agua, destructor de desgracias.

Se trata de la personificación de las fuerzas de la Madre Naturaleza.

La protección y la vigilancia son sus máximas capacidades.

Por tratarse de animales divinos, pueden conjurar espíritus malignos errantes y otorgar seguridad a quienes llevan sus emblemas.

Con la luz de la bella Selene alumbrando el camino, su insignia brillando en los escudos, los caminos temblarán bajo los cascos de nuestros corceles y seremos imbatibles contra la opresión de los invasores.